Esta práctica implica reconstruir la superficie masticatoria (oclusal) de un molar utilizando composite, ya sea porque la pieza dental carece de esta superficie o porque está dañada.
Marcamos con un lápiz hasta donde tiene que llegar la incrustación.
Echamos una capa muy fina de cera rosa por la fosa y las paredes del diente para hacer hueco para el cemento que ponga el odontólogo.
Aplicamos separador por toda la pieza.
Hacemos la mezcla de composite y líquido de modelar sobre el azulejo.
La primera capa de composite se hace aplastando contra las paredes para que tenga buena sujeción.
Por cada capa que coloquemos debemos llevarlo a máquina fotopolimerizadora de composite durante 8 minutos (aunque este valor varía dependiendo de la marca y la máquina utilizada). Hay que tener cuidado de que cuando estemos esperando esos 8 minutos hay que poner el composite en un lugar oscuro para que no se polimerice, ya que se endurece con la luz.
Hay que ir modelando las cúspides y fosas, simulando la anatomía y tiene que tener puntos de contacto.
Una vez hayamos terminado de modelarlo, lo sacamos con cuidado del modelo.
Aplicamos separador de nuevo cubriendo toda la pieza y las adyacentes ya que al darle brillo es muy fácil que se pegue.
Con un pincel le damos una capa de brillo y lo metemos en la máquina polimerizadora otros 8 minutos. Hay que tener cuidado con el líquido que no permanezca mucho tiempo expuesto a la luz y lavar el pincel inmediatamente después de terminar de usarlo.
Cuando lo saquemos de la fotopolimerizadora tendríamos que separar la incrustación de la escayola nuevamente y ya estaría terminado.
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