El objetivo es modelar un incisivo central con cera beige que tenga el mismo volumen que el incisivo adyacente. Esta réplica exacta se utilizará para convertir la cera en cerámica mediante un proceso de inyección.
Con una fresa de fisura escotamos el muñón (eliminamos el tejido blando de alrededor). Esto se hace para marcar el límite del diente sin llegar a tocar el cuello.
Pintamos el muñón con espaciador o pintauñas transparente.
Aplicamos isolit sobre el muñón para que sea más fácil que se desprenda la cera posteriormente.
Modelamos el incisivo a volumen total con cera beige y comprobamos que se puede sacar sin que se agriete o se rompa. Hay que comprobar que tenga las dimensiones correctas y que tenga puntos de contacto.
Para colocar el incisivo en el cilindro hay que colocar el bebedero en el borde incisal, usando los conformadores para comprobar que la longitud y la angulación sean correctas (unos 50-60º).
Hay que pesar la cera para usar una pastilla de cerámica correspondiente al peso, en este caso, al ser 4 piezas en un mismo cilindro usaríamos la pastilla grande.
Ponemos vaselina por todo el cilindro y la base para poder sacar el revestimiento más fácilmente.
Hacemos la mezcla de revestimiento en la máquina de vacío y con la vibradora, lo vamos echando poco a poco en el cilindro, formando un hilo constante. Y cuando lo hayamos llenado, colocamos la tapa del cilindro para que sobresalga el revestimiento sobrante.
Cuando haya fraguado, sacamos el revestimiento del cilindro y lo colocamos en una máquina que nos ayuda a eliminar toda la cera del interior.
Colocamos el cilindro en el horno de precalentamiento y ponemos el programa correspondiente (esto sirve para aumentar la temperatura del cilindro y evitar un choque térmico).
Posteriormente lo llevamos al horno de inyección y le colocamos la pastilla de cerámica y el pistón para que haga presión y seleccionamos el programa.
Cuando haya terminado los sacamos horno y dejamos enfriar.
Con el martillo le damos golpes secos en el botón del cilindro para eliminar las partes más gruesas.
Llevamos los restos a la arenadora para eliminar los restos de revestimiento.
Con un disco de corte de cerámica cortamos el bebedero.
Pulimos el resto del bebedero para eliminarlo con una fresa de piedra verde.
Sumergimos el diente en ácido durante unos 10 minutos.
Cuando lo sacamos lo limpiamos y empezamos con el glaseado. La primera capa es un glaseado ivocolor suave para ayudar a que e maquillaje quede mejor y más natural. Ponemos maquillaje marrón en el cuello y difuminamos hacia arriba y ponemos maquillaje azul en el borde incisal para simular la naturalidad de un diente real.
Lo llevamos al horno y ponemos el programa correspondiente (en este caso "cocción maquillaje e-max cerámica" g4 p31).
Cuando haya terminado el tiempo aplicamos el glaseado final (podemos rascar con el zhale para que se esparza mejor), y lo volvemos a meter en el horno (ahora en este caso es el programa "cocción glaseado ivocolor" g4 p34).
Cuando lo saquemos del horno ya estará terminado.
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