El objetivo es tallar las piezas dentales por completo, de modo que podamos reproducir en cera la anatomía de esas piezas con el máximo detalle y similitud posible.
Empezamos vaciando los modelos en escayola tipo III, y comprobamos que hayan quedado sin imperfecciones.
Montamos ambos modelos en el articulador con escayola tipo II.
Seleccionamos los dientes que vamos a eliminar, debe ser uno si y uno no, con cuidado de que no coincidan con los del otro maxilar ya que tiene que ser al contario.
Con la segueta vamos a ir realizando cortes entre todos los dientes para asegurarnos de que no vamos a eliminar ninguna cara del diente que queremos conservar.
Con la fresa de bellota y la de bola, vamos eliminando los dientes seleccionados con cuidado de no tocar los cuellos.
Cuando los hayamos eliminado vamos a hacer unos agujeros en la base para que al echar cera esta se retenga mejor.
Cuando hayamos hecho esto ya podemos empezar a modelar los dientes, dándoles las dimensiones correctas y comprobando que tienen puntos de contacto. Nos podemos ayudar fijándonos en los dientes de la hemiarcada contraria, ya que son los dientes que hemos conservado.
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